Habilidades digitales del profesor
Dentro del ámbito social en el que me muevo un profesor tiene acceso fácilmente a la tecnología necesaria para conectarse a Internet, ya sea en el lugar de trabajo o en casa. Como mínimo se dispone de un ordenador de sobremesa o un portátil y una conexión ADSL con uno de los operadores de telecomunicaciones que ofrecen este servicio en la ciudad.
Este equipamiento da la oportunidad de poder navegar por la red, consultar el correo electrónico, ver vídeos, mantener la red social en que uno esté inmerso, etc.
Creo que a nivel usuario, los profesores del claustro disponen de habilidades digitales correctas. Ahora bien, hay muchas herramientas disponibles para poder aplicar a la práctica educativa que no se conocen tanto. En el siguiente enlace se puede consultar una lista de 150 herramientas gratuitas para crear contenidos educativos. Es por poner un ejemplo, hay muchos repositorios institucionales que se pueden consultar.
Está claro que un profesor debe dominar el tema que explicará a sus alumnos antes de dominar las TIC, y que, como ya se ha comentado en un artículo anterior de este mismo blog, proyectar la lección con un cañón conectado a un ordenador en lugar de escribir en una pizarra de tiza, no va a hacer que el alumno se motive más respecto a la lección.
Ser capaces de crear o producir material adecuado a los alumnos a los que va dirigido el tema, haciéndoles partícipes de su aprendizaje, y haciendo que ellos también adquieran competencias digitales es, en mi modesta opinión, lo que interesa.
¿Tiene que dominar el profesor todas las herramientas disponibles? No. ¿Necesita el profesor formación para conocer y decidir qué herramientas de las disponibles le serían útiles en su clase? Sí.
No se puede aprender todo de una vez, no se puede aplicar una herramienta sin reflexionar sobre ello, pero tampoco se puede perder el tiempo; hay que dedicar tanto esfuerzo como se pueda en cambiar la forma de plantearse la clase, en cambiar la metodología para adaptarla al uso de las TIC, con la ayuda de la institución pedagógica que aporte formación y con la predisposición del docente para aplicar los cambios a su práctica diaria.
Este equipamiento da la oportunidad de poder navegar por la red, consultar el correo electrónico, ver vídeos, mantener la red social en que uno esté inmerso, etc.
Creo que a nivel usuario, los profesores del claustro disponen de habilidades digitales correctas. Ahora bien, hay muchas herramientas disponibles para poder aplicar a la práctica educativa que no se conocen tanto. En el siguiente enlace se puede consultar una lista de 150 herramientas gratuitas para crear contenidos educativos. Es por poner un ejemplo, hay muchos repositorios institucionales que se pueden consultar.
Está claro que un profesor debe dominar el tema que explicará a sus alumnos antes de dominar las TIC, y que, como ya se ha comentado en un artículo anterior de este mismo blog, proyectar la lección con un cañón conectado a un ordenador en lugar de escribir en una pizarra de tiza, no va a hacer que el alumno se motive más respecto a la lección.
Ser capaces de crear o producir material adecuado a los alumnos a los que va dirigido el tema, haciéndoles partícipes de su aprendizaje, y haciendo que ellos también adquieran competencias digitales es, en mi modesta opinión, lo que interesa.
¿Tiene que dominar el profesor todas las herramientas disponibles? No. ¿Necesita el profesor formación para conocer y decidir qué herramientas de las disponibles le serían útiles en su clase? Sí.
No se puede aprender todo de una vez, no se puede aplicar una herramienta sin reflexionar sobre ello, pero tampoco se puede perder el tiempo; hay que dedicar tanto esfuerzo como se pueda en cambiar la forma de plantearse la clase, en cambiar la metodología para adaptarla al uso de las TIC, con la ayuda de la institución pedagógica que aporte formación y con la predisposición del docente para aplicar los cambios a su práctica diaria.
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